

Para hacerlo debemos visitar el pequeño pueblo de Stratford-upon-Avon. Actualmente cuenta con cerca de treinta mil habitantes, pero es muy famoso porque aún, sobre sus verdes planicies se erigen varios lugares y caminos que nos llevarán a un sinfín de sitios que podemos visitar. La parte en el nombre de upon Avon se debe a que por este pueblo pasa el río Avon.

La Cabaña de Anne Hathaway


Queda a tan solo dos kilómetros de distancia del oeste de Stratford-upon-Avon. Pese a su tamaño, es una cabaña en realidad amplía y cuenta con muchas habitaciones. En la actualidad se pueden encontrar enormes jardines a su alrededor.
Lugar de Nacimiento de William Shakespeare

En realidad, no se tiene certeza, pero se cree que el gran poeta nació en allí un poco después del siglo XVI y que fue en este lugar donde él vivió de niño. Sin embargo, en la actualidad no funciona como un lugar de residencia, sino como un pequeño museo el cual se encuentra abierto al público y, que, de hecho, es una atracción popular para los turistas que visitan este pueblo.


Teatro Royal Shakespeare
El Teatro Royal Shakespeare (en inglés conocido como RST) es un teatro con capacidad mayor a las mil personas. Como su nombre lo indica, este teatro se fundó en honor al dramaturgo y poeta William Shakespeare. Al igual que su casa de nacimiento, este teatro se ubica en el mismo pueblo. El teatro cuenta con casi 90 años de antigüedad y tuvo una renovación que terminó en el 2010 a esta transformación se le llamó: Transformation Project. La organización Royal Shakespeare Company es la dueña del teatro.
Halls Croft


En este lugar también se puede encontrar una exhibición del Dr. John Hall y las prácticas medicina que se llevaban a cabo en ese periodo de tiempo. Fuera de la casa, se puede encontrar un jardín amurallado que tiene distintos tipos de plantas las cuales, se cree, usaba el esposo de Susanna para crear medicina. Cuando Shakespeare murió, la pareja se mudó a New Place, puesto que William Shakespeare le otorgó dicha propiedad a su hija al fallecer.
La Casa de Nash


La casa fue construida alrededor del siglo XVII y perteneció a Thomas Nash, de ahí viene el nombre. La organización que mencionamos anteriormente, el Shakespeare Birthplace Trust, adquirió ambas casas, es decir, New Place y Nash’s House a finales del siglo XIX. En este museo se puede encontrar la historia de Stratford-upon-Avon desde sus inicios, cuando se hicieron los primeros asentamientos del Valle de Avon hasta el siglo XVII, siglo en el que falleció Shakespeare.
Iglesía de la Santa Trinidad

La iglesia de la Santa Trinidad (en inglés Holy Trinity Church) es una iglesia parroquial ubicada también en este pueblo. Como este pueblo es tan famoso (incluso algunos han propuesto llamarlo Shakespeare-upon-Avon), a esta iglesia se le conoce también como la iglesia de Shakespeare, esto se debe a que fue allí donde Shakespeare recibió su bautismo, el lugar donde se casó y donde fue enterrado al morir.


Jardines Bancroft


Cuenta con cálidos baños de sol que se expanden en los prados y jardines, y se resaltan con el reflejo del río. Allí se puede encontrar un reloj de sol humano, una fuente de cisne, un área de actuación y dos puentes totalmente accesibles sobre la cuenca del canal, entre muchas otras atracciones.

Granja de mariposas de Stratford


El Globo de Londres



Si se es fan de William Shakespeare, o simplemente de la literatura en general, este pueblo es un lugar que se debe visitar por obligación. Incluso si no se es fanático del poeta, el valor histórico que tiene este lugar es innegable. Muchas personas lo visitan para observar donde se crearon algunas de las piezas literarias que cambiarían la historia de la humanidad.

¿Quién no conoce a Romeo & Julieta? La idílica historia de amor que termina en tragedia. El impacto de William Shakespeare es tan grande que existen aspectos icónicos referentes a su persona que se reconocen tanto como la marca Coca-Cola o la palabra Okay.

Por ejemplo, imágenes como la de William sosteniendo un cráneo en su mano mientras mentalmente escuchamos la primera línea de un soliloquio de la obra Hamlet: –Ser o no ser, esa es la cuestión.- Lo que esto nos deja como enseñanza es la importancia de visitar este pueblo, para poder entender a semejante mente tan brillante, y tal vez, inspirarnos para escribir algo tan maravilloso como una de sus obras.





